Cultura

Seleccionado proyecto chihuahuense para programa de apoyo a las artes

Con la intención de rescatar la tradición oral, a través del teatro de sombras y Kamishibai, Alejandra Garduño desarrolló el proyecto Re´pabé gawírale jónsa (Desde lo alto de la montaña). Teatro de sombras y títeres en la Sierra, el cual fue seleccionado por la convocatoria del Programa de Apoyo a la Docencia, Investigación y Difusión de las Artes (PADID).

La iniciativa recupera la memoria colectiva de la comunidad de Mogótavo, ubicada en el Divisadero Barrancas, municipio de Urique, Chihuahua, a través de talleres de teatro para que las y los participantes narren sus historias “de una manera poderosa y bella, y al mismo tiempo, se empoderen de su identidad y generen una conciencia de respeto a sí mismos y a la relación sagrada que tienen con la naturaleza”, señala en entrevista la también docente de teatro.

Garduño destaca que el proyecto consistió en conformar grupos de teatro, en los cuales se adaptaron y tradujeron tres textos (español/rarámuri) para presentaciones de teatro de títeres y se recopilaron testimonios de la comunidad en los cuales se habla de la naturaleza, el trabajo, la palabra y la medicina para recuperar la memoria de la comunidad y compartirla por medio del teatro.

Cuando estudiaba Teatro, recuerda, le interesó la idea de llevar a las comunidades alguna actividad cultural en los formatos necesarios para llegar cada vez más lejos. Tras experimentar con diferentes técnicas, se encontró con la Kamishibai. “Me pareció muy noble y bonita porque a partir de ella se puede transmitir historias y mensajes contundentes, además de que da una movilidad impresionante y la capacidad para transportarte a mundos imaginarios y enseñarte lecciones valiosas a través de la magia del teatro de papel japonés”.

Lo anterior se unió a la inquietud de conocer la Sierra: “cuando tuve la oportunidad y ya con las herramientas necesarias, emprendí mi viaje con mi teatrito. Yo, siendo de Uruapan, Michoacán, donde el acceso a la cultura era poco, de repente nos llegó un conjunto de actividades muy lindas que nos motivaron a salir a buscar a otras personas y es por eso por lo que llegué a la Sierra Tarahumara”.

Gracias al PADID, resalta la egresada del Centro Dramático de Michoacán, tuvieron una gira con 70 funciones en diferentes comunidades de la Sierra en 2018, en la primera ocasión que contaron con el apoyo. “A partir de ahí se sembró la inquietud entre los habitantes de esas comunidades, y, para la segunda postulación, al ver el interés por darle continuidad, regresamos al siguiente año, pero con la modalidad de que ellos eran los que contarían sus propias historias”.

Los talleres se desarrollan en el albergue Rebelión del Niño Tarahumara, donde trabajan en conjunto con las mujeres costureras de la comunidad Muki Sumi para vincular las actividades del taller con las tareas de niñas y niños, lo que permite fortalecer el interés de las infancias por el taller de teatro.

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